martes, 12 de febrero de 2013

"Pero de verdad ¿Eh?"

-¿En qué se diferencia un finlandés introvertido de uno extrovertido?
El introvertido, mientras te habla, se mira los pies, el extrovertido te los mira a ti.

Sí, el chiste es malo. Mucho. Pero ya conocéis la regla de internet así que no os quejéis. El caso es que esto se puede aplicar, como bien me enseñó el gran Juanjo Ramírez Mascaró, esto se puede aplicar a los guionistas en general respecto a los guionistas de televisión, más dados a salir y hacer el chorra delante de la cámara.

- Hostia puta ¿Y ahora cómo coño vendo el guión de Adaptation?

Los guionistas somos, por definición, antisociales. No nos gusta la gente. Al menos no nos gusta la gente que  habla de temas que no tengan que ver con el guión (es decir, cerveza, masturbación y HBO) y tendemos a esquivar todas las situaciones incómodas en que alguien quiera someternos a algo diferente.

Hoy os voy a contar un secreto.

No sois los únicos que no queréis hablar con los demás. El resto TAMPOCO quiere hablar con vosotros. Sois aburridos y sólo habláis de cerveza, masturbación y HBO ¡Claro que no quieren hablar contigo! Pero lo saben disimular.

Por eso, muchas veces algún amigo os llamará, ya que necesita que le expliques como funcionaba el Celtx, o  cómo piratear el Premiere o porque necesita que le pases el contacto de no-se-quién que resulta ser un amigo común. La situación suele iniciarse con cosas como esta:

Holaaaaaaaaaaaaaaaa,ante todo feliz año y to esas cosas.

El exceso de vocales, las faltas sintácticas y, sobre todo, el hecho de que te felicita el año a mediados de abril, quiere decir que no habéis tenido contacto en un tiempo y ahora necesita tu ayuda. Esto debería prevenirte pero, como asumo que tus herramientas sociales terminan en la interfaz de juego del Sims, prefiero explicarlo paso a paso.

De normal a esa frase suelen acompañar frases de cortesía del estilo "ey, cómo te va", más elaboradas como "el otro día me acordé de ti" o, en los extraordinarios casos en que dicha persona aún se acuerde de tu nombre, te preguntará por algún dato concreto de tu biografía. No temas, es normal. No quieren hablar contigo, sólo que no parezca que no quieren hacerlo. Pronto pasarán a la acción.

Oye, ahora que me acuerdo. Que tengo un problema con [insertar duda aquí] y como tú sabes tanto de eso me dije "a ver si me lo puede resolver".

Ya, claro. Te acabas de acordar.

Sí.

Claro.

En cualquier caso, respondas lo que respondas, no lo hagas pensando en que tienes que mantener una amistad con esa persona. Si en algún momento hubo una amistad entre los dos, fue hace mucho tiempo y ahora sólo quedan los rescoldos de lo que se suele llamar relación cordial o, de forma más correcta para este mundillo, contacto. Si es un contacto que te interese mantener, contéstale. Explícale alguna duda e incluso cúrrate un mail con enlaces y consejos. Si no, despáchalo con un:

buffff, ni idea. De eso quien te puede ayudar es [derivar a otro "amigo" común]

Ahora bien, llega el momento preciso en que la conversación se vuelve peligrosa. La despedida. La otra persona va a querer quedar bien, lo que significa que te propondrá un plan para quedar y "retomar la amistad". No es que quiera retomarla, sino que quiere dar la impresión de que quiere hacerlo. No caigas en esta trampa. En algún momento te vendrá con:

A ver si nos tomamos una cerveza algún día coñe

Otra vez esas faltas de ortografía y semántica que indican, claramente, que se están haciendo los guachis contigo. No caigas. Ya lo he dicho muchas veces pero prefiero caer en lo repetitivo que pensar que no os habéis enterado. NO QUIERE QUEDAR CONTIGO. Sólo sabes hablar de cerveza, masturbación y HBO y la otra persona ya lo sabe.

Es el momento más delicado de todos, ya que tienes que dar la impresión de que sí quieres esa cerveza, pero no debes insistir lo suficiente para que la otra persona se sienta lo suficientemente presionada para mantener la invitación. He terminado más de una vez en un bar en el que no quiero estar, con una persona con la que no quiero estar, que tampoco quiere estar conmigo, mirando cada uno el fondo de su vaso y sin saber qué decir tras los cinco primero minutos de rigor.

Sálvate tú. NO llames de nuevo para recordar lo de la cerveza, ni intentes en ese momento concretar una fecha. Tampoco digas que no quieres esa cerveza, o que prefieres el café, ya que puede llevar a una situación violenta que termine con concretar esa cita y no es lo que quieres. En vez de eso, utiliza la siguiente frase.

Pero de verdad ¿eh?

Es la clave internacional (por lo pronto, he comprobado que funciona en dos países: Canarias y España) para decir que ni de coña quieres quedar y pasar un momento incómodo con la otra persona.

Confía en mí. La otra persona también lo sabe.

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