lunes, 25 de febrero de 2013

Mi nuevo perfil multimierda.


Ayer estaba documentándome en un bar con un par de colegas guionistas que escriben en el blog. Tras la quinta ronda de vermuts, conseguimos darle forma a la base de una biblia (que si hay suerte se la damos a alguien para que la lleve al mercado en Los Angeles), y estos dos compañeros empezaron a hablar del Twitter. Que si Jastag para arriba, que si Trendic Topic para abajo... Lo típico, vamos.


La cuestión es que los dos se me quedaron mirando como si fuera un troglodita cuando les dije que yo no tenía Twitter y que me parecía una gilipollez. Los dos empezaron a comerme la oreja con que en qué mundo vivía, que si así cómo iba a estar en contacto con la industria y demás. 



Al final les prometí que me haría uno con tal de que se callasen la boca que entre las escaletas y el alcohol ya tenía una jaqueca de tres pares. Así que aquí estoy, porque me obligaron no sólo a hacerme una cuenta sino a que lo compartiese por aquí para tener follogüers. Como si no tuviese ya suficiente con hacerme el Tuenti para espiar a mi hija. 



Si quieres seguirme, adelante. Pero te advierto que ésto me parece una tocada de huevos y publicaré sólo cuando no me queden excusas para tener que trabajar. 

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